El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento

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Publicado por El Rincón de la Ciencia, Tecnología y el Conocimiento en Jueves, 21 de julio de 2016

FRASES DE CIENCIA

martes, 7 de febrero de 2012

EL CASTIGO FÍSICO TIENE UN EFECTO NOCIVO EN LOS NIÑOS

MSK

castigo niños

A veces para castigar a sus hijos, los padres les dan un coscorrón o una palmada sin pensar cómo esto puede reflejarse en su mentalidad. Pero científicos canadienses realizaron una investigación y revelaron que los niños a los que se castiga corporalmente se vuelven más agresivos y pueden sufrir problemas psíquicos.

Los doctores Joan Durrant y Ron Emson analizaron investigaciones de los últimos 20 años sobre castigos corporales y llegaron a la conclusión que "sin ninguna excepción" ello resulta en un aumento de la agresividad hacia padres, hermanos y otros niños y posteriormente a sus parejas.

Los autores del estudio afirman que el castigo corporal tiene un efecto causal directo en el comportamiento, como una respuesta reflexiva al dolor y la abyección. Además los golpes están asociados con problemas mentales como la ansiedad, depresión y el consumo de drogas y alcohol. Según los especialistas, la causa, es que una paliza puede afectar al cerebro y sus aéreas responsables del intelecto y aumenta la vulnerabilidad de la dependencia de las drogas y el alcohol.

Por eso antes de castigar físicamente a un niño se debe pensar en si pegarle le traerá algún provecho o deformarán irremediablemente su carácter.

Fuente: RT

EL CASTIGO FÍSICO EN LA INFANCIA

Pegar a los hijos carece de sentido

Existen muchas formas de entender el castigo físico. Muchas formas de explicarlo y definirlo. Sin embargo, hay una que reúne los variados conceptos: el castigo físico es el uso de la fuerza causando dolor, pero no heridas, con el propósito de corregir una conducta no deseable en el niño. Esta definición fue difundida por Save de Children, dentro de la campaña "Educa, no pegues", empleada para la sensibilización contra el castigo físico en la familia.

Todos hemos vivido situaciones de castigo físico alguna vez. Un azote, un capón, o un cachete, é usado por muchos padres para frenar la rabieta o la desobediencia de los hijos. Son escenas tan cotidianas en nuestra sociedad que a muchos no les parece nada extraño, y nada cuestionable. Sin embargo, es algo que hace sentir mal no solo a los niños como también al que lo aplica. Y ¿por qué será? ¿Os habéis preguntado el por qué después de pegar al hijo uno se siente tan mal?
Educar o pegar
La práctica del castigo físico está fuertemente enraizada en nuestra sociedad en la que se ha trasmitido a través de las generaciones, pero eso no quiere decir que sea la mejor o la ideal forma de educar a un niño. Como padres, y dentro de una sociedad que cada día se preocupa más con la educación de los niños, debemos buscar alternativas más constructivas y positivas, que estimulen su desarrollo sano, y que nos haga sentir bien a todos. No queremos declarar culpables a los que usan el castigo físico como norma de educación. Solo queremos que despierten y experimenten para otras formas más constructivas de educar. El pegar no enseña, no educa, solo representa amenaza y sumisión a los niños. El castigo físico enseña al niño a tener miedo y a ser sumiso a tal punto de disminuir su capacidad para crecer como persona autónoma y responsable.
Por qué pegan los padres a sus hijos
Existen muchos motivos por los que los padres recurren al castigo físico:


- Porque lo consideran oportuno para la educación de sus hijos

- Porque lo utilizan para descargar sus nervios

- Porque carecen de recursos suficientes para afrontar una situación difícil

- Porque no poseen las habilidades necesarias para conseguir lo que quieren

- Porque no definen bien las situaciones sociales en las que las emiten

- Porque no consiguen controlar sus emociones

Si reflexionamos acerca de los motivos que llevan a los padres a pegar a sus hijos, nos damos cuenta de que carecen de sentido. NO justifican a la sanción física, y no convencen como forma de educación. Los efectos que produce el castigo físico hacen daño a todos, a padres y a hijos. Por lo tanto su erradicación es una obligación ética.


Fuente:

1 comentarios:

Dan la problematica pero no la solucion

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